domingo, 28 de diciembre de 2008

2008 que se va y 2009 que nos enfrenta…”Pasemos al otro lado”



Los especialistas, destacan que a pesar de los esfuerzos de cada Gobierno de Estado por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, la crisis financiera mundial en el año 2009 impactará a cada nación."El 2009 será un año difícil para el Gobierno estatal y los municipios, por lo que tienen que ser estratégicos en la aplicación de los recursos públicos", consideran y proponen ahorrar dinero de cosas superfluas para aplicarlo en obras.Si una comuna por ejemplo, está acostumbrada a invertir en eventos de promoción, ya no podrá hacer ese gasto porque será dinero tirado a la basura, de ahí que deben readecuar su forma de usar el dinero.Al mismo tiempo, urge la necesidad de crear un grupo multidisciplinario de especialistas e investigadores para que diseñen una estrategia viable y posible para hacer frente a la debacle.Se trata de convocar a una gran estrategia estatal, jalar a los mejores cerebros y académicos y en un compromiso ciudadano y civil , sentarnos para buscar una estrategia de desarrollo que sea viable y posible. No soy un experto, pero creo firmemente que este equipo puede ser multipartidista, porque no debe importar el color o la afiliación partidista, o la religión que profese, sino atender y resolver las necesidades del pueblo.
Estamos terminando un año. Hay quienes prefieren celebrar este acontecimiento de una manera superficial y vana, con explosión de vaciedad y ruido para no pensar.
Yo me invito, y los invito a todos ustedes, a aprovechar esta oportunidad, de iniciar un año nuevo, de una manera mas sensata y madura: serenándonos y calmadamente entrar dentro de nosotros mismos para reflexionar, orar y compartir amistosa y familiarmente.
Vamos a tomar consciencia del tiempo y de su valor e importancia; para agradecer el tiempo vivido y esperar el que siempre viene cargado de dones y dificultades. El tiempo es el hilo que teje nuestra historia, es como un correo de gracias y bendiciones.
En una encíclica pude leer una declaración muy importante: “Un elemento distintivo del cristianismo es que los cristianos tienen un futuro. No es que conozcan los pormenores de lo que se espera, sino saber que su vida, en conjunto, no acaba en el vacío… La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par y se ha dado una vida nueva”. Entonces tu vida puede y debe cambiar, ya no tienes nada que temer. Ya no puedes mirar con angustia el mañana. La misma muerte se convierte en amiga. Cristo con su muerte y resurrección nos ha dado la llave para abrir el mañana y hacer de cada día una nueva oportunidad.
Nos da las llaves para abrir la esclavitud, la persecución, la incomprensión y cada lucha y esfuerzo se convierten en peldaños de liberación. El tiempo, para el que vive su fe y de la fe, es una oportunidad de crecimiento y de siembra. Todavía podemos ser más y hacer más y servir y amar más y más. No tengamos miedo al paso del tiempo. No tengamos miedo a envejecer. Cultivemos más bien, cada día, la esperanza de un día mejor.
Cristo es el día sin ocaso, el lucero que no se apaga, la llama que siempre arde. El puede iluminar todas las noches. El puede llenar de fuerza todos los vacíos. El puede dar sentido y consistencia a todos los instantes. Todas las cosas y todos los acontecimientos pueden tener gran valor si ponemos en ellos la marca del Espíritu de Cristo, el sello del amor. El amor vence la temporalidad.
Lamentablemente, también podemos acumular días vacíos, esos días que no cuentan. Son días vividos con ligereza y egoístamente. Lo que da peso y consistencia a los días es el amor. El día que no se haya amado, bórralo de tu calendario de vida; y si has amado solo un poquito, cuéntalo por la mitad: “No se trata de llenar la vida de años, sino de llenar los años de vida”.
Agradece: a aquellos que con su manera de ser, te ayudaron a ser más humano, más sencillo, más sensible a las cosas de Dios. A aquel que supo escucharte comprensivo. A aquellos con quienes compartiste tus ratos difíciles y de alegría. A aquel que te ayudó a descubrir tu riqueza interior. A aquel que con su gran bondad te hizo ser sencillo. A aquellos que descubriste un día y “se quedaron en ti”. A aquel que corrigiéndote con cariño te hizo caminar. A aquel que con su vida incansable te animó a luchar. A aquellos que sin desesperarse siempre esperaron lo mejor de ti. A aquel que te exigía siempre haciéndote crecer en grandeza. A aquel que te hizo sentir importante cuando necesitó de ti. Aquellos que estando lejos los sentiste cerca. A aquel que con su desacuerdo te hizo descubrir tu verdad. Aquellos que sabes te quieren y siempre confían en ti. A aquel que siempre te anima a ver lo positivo. A aquel que te quiere como eres, animándote a crecer. A aquellos que con su experiencia interior te ayudaron a conocer a Dios y te anunciaron la buena noticia de que: Dios es tu mejor amigo, y te ama.

No olvidemos de pedir perdón, por nuestras faltas de fe. Por nuestros miedos y desconfianzas. Por nuestras omisiones. Por nuestras prisas, ligerezas y rutinas. Por no dar el fruto esperado. Por hacer sufrir a otros. Por no correr en ayuda de los demás. Por nuestros menosprecios e intolerancias. Por no compartir con los hermanos. Por nuestro orgullo y por no saber confiar y esperar en Dios.
Entre las tantas historias que los Evangelios relatan de Jesús, hay una que me es personalmente muy significativa; se trata de cuando el Señor calma la tempestad. Ciertamente un día en la vida de Jesús, durante su permanencia acá en la tierra no debió haber sido muy reposado ni para Él, ni para sus discípulos, pero al finalizar un buen día de aquellos, el Maestro montándose en una barca dice: “ pasemos al otro lado ” Podemos usar nuestra imaginación para revivir en cierta manera la escena, hasta donde la Palabra nos lo permite, y de esa manera me imagino a los discípulos de Jesús cansados, anhelando sentarse a solas con su Maestro, disfrutando tal vez de un merecido buen pedazo de pan fresco y algo de pescado, mientras deleitan sus oídos con las enseñanzas de su Señor, y sin embargo en lugar de todo eso, el Señor dice “ pasemos al otro lado ”. Muchos de los que seguían a Jesús, seguramente se miraron entre ellos, pero a pesar de las condiciones, posiblemente no muy favorables para un viaje en barca, como lo eran el cansancio, la oscuridad, el viento que iniciaba a soplar amenazante, era el Señor quien había hablado.
Lo que ocurrió a continuación es bastante conocido, se desató una gran tormenta y la barca se anegaba, mientras que el autor de la aventura “dormía plácidamente” en la popa de la barca. Puedo imaginarme aún a los discípulos afanados luchando contra los vientos y tratando se sacar el agua de la barca, hasta que fueron donde el Señor estaba y le despertaron diciéndole: Señor, no tienes cuidado que perecemos? Posiblemente se hubiese podido leer entre líneas algo así como “¡Señor, fuiste tú el de la idea de pasar al otro lado y te quedas acá durmiendo, por lo menos álzate y ayúdanos a sacar agua de la barca, para que no muramos!”. El Maestro se levanta, calma los vientos y la tempestad y reprende a sus discípulos, por la su falta de fe.
El Señor muchas veces me ha dicho, “ Nelson, pasemos al otro lado ”, sé que con usted también lo ha hecho; “ hijo mío, es hora de cambiar, de ir a otro lugar, de subir otro nivel en tu vida de cristiano ” y puede ser que las condiciones no parezcan ser las mas favorables y puede ser que en medio del camino se desate una terrible tormenta y peor aún, puede ser que en medio de todo, el Señor se acueste a dormir en la popa de nuestra zozobrante barca. ¡Qué situación desesperante! Pero, cómo puede ser posible que se nos olvide ¿Quién es el que va con nosotros en la barca?, es el Dios Todopoderoso. Recuerda que si Él te dijo “pasemos al otro lado” no lo hizo en singular, no te dijo : “pasa al otro lado” dijo PASEMOS .
Él va conmigo en mi barca, Él va contigo en tu barca, la barca no se hundirá jamás. Aunque parezca que duerme, El Señor se está mojando con la misma agua que parece anegarnos sin remedio, y aunque las condiciones parezcan ser las más contrarias, la barca no se hundirá jamás. Porque Él va con nosotros en ella y no permitirá que eso suceda.
Por esto querido amigo lector, frente a los desafíos del año 2009, a pesar de lo difíciles que puedan ser, ten confianza en Jesucristo que te dice: “Pasemos al otro lado” y como un valiente responde:
Gracias, mi Señor…. no le temo ni a los vientos, ni a las olas, ni a la tormenta porque tú vas conmigo en esta barca y llegaremos juntos al otro lado, tal y como tú me lo has prometido.

“MUY FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2009”

domingo, 7 de diciembre de 2008

“El que nace una vez morirá dos veces, pero el que nace dos veces…morirá una sola vez” -2ªparte


En la primera parte dejamos claro que este nuevo nacimiento es más que una reforma. Muchas personas hacen resoluciones de año Nuevo, con abrazo, champaña y risas; sólo para quebrantarlas de nuevo, pues no tienen capacidad para guardarlas. El hombre está siempre reformándose, pero la reforma, a lo sumo, es sólo transitoria. La naturaleza del hombre debe ser transformada.
Un grupo de estilistas en belleza y corte de pelo, en su convención anual, decidieron exhibir su arte. Hallaron un vagabundo en los barrios bajos, le cortaron el cabello, lo afeitaron y le dieron un baño; lo vistieron con un traje nuevo de la mejor confección. Habían demostrado a satisfacción el valor de la excelencia en corte de pelo y belleza personal, pero tres días después, el hombre estaba de nuevo en el lecho del río. Había sido transformado exteriormente en un hombre de aspecto respetable, pero los impulsos y urgencias de su ser íntimo no habían cambiado. Había sido empolvado, perfumado y hermoseado, pero no cambiado.
¿Sabía Usted que se puede cepillar a un cerdo, rociarlo con agua de colonia, ponerle un moño en el pescuezo y hasta llevarlo a la sala? Pero en cuanto lo suelten, saltará al primer charco que encuentre, porque su naturaleza no ha cambiado. Sigue siendo un cerdo como antes.
La Biblia enseña que mediante el nuevo nacimiento el hombre entra en un nuevo mundo. La vida adquiere una nueva dimensión. El cambio que se opera se expresa en la Biblia por medio de varios contrastes: lujuria v/s santidad, tinieblas v/s luz, muerte v/s resurrección, un extranjero en el reino de Dios v/s un ciudadano del mismo. Al hombre que ha experimentado el nuevo nacimiento se le llama miembro de la familia de Dios. La Biblia enseña que cambia su voluntad, cambian sus propósitos en la vida, cambia su disposición, cambia sus afectos y ahora tiene propósito y sentido para su vida. En el nuevo nacimiento ha nacido en su alma una vida nueva. Recibe una nueva naturaleza y un nuevo corazón y se convierte en una nueva criatura.
Nicodemo se extrañó ante estas declaraciones de Cristo y preguntó: “¿Puedo entrar otra vez en el vientre de mi madre y nacer?” Una pregunta natural que cualquiera de nosotros hubiera hecho. Sus creencias habían sido sacudidas. Estaba descubriendo que no era suficiente ser religioso. La ley de Moisés no podía salvarlo, porque realmente no estaba cumpliendo sus requisitos. Tenía que nacer de nuevo. Se le dijo que nadie puede entrar en el Reino de los cielos sin nacer de nuevo, sin tener vida eterna, pues allí no puede existir sino la “vida de Dios”. Será admitido el que tenga esa vida. La gran pregunta es: ¿Poseo la vida eterna? Si no, ¿Cómo puedo obtenerla? Esta es la pregunta más importante que un ser humano puede hacer o lograr que se le responda.
La Biblia habla de muchos hombres que fueron transformados por el encuentro con Jesucristo. Hay un endemoniado al cual las cadenas no podían sujetar contra la fuerza de sus ataques, pero cuando encontró a Jesús fue transformado y más tarde lo encontramos en su hogar, “vestido y en su sano juicio”. Ya no era presa de alucinaciones. Ya no estaba en las garras del poder satánico. Ya no tenía los temores que lo habían acosado constantemente. Ya no era una amenaza para la comunidad. Era un hombre transformado en su carácter, vestimenta y conducta; hasta su medio ambiente había cambiado (Lucas 8 ).
Está Zaqueo, que defraudaba a la gente como recaudador de impuestos. Cuando se encontró con Jesús, todo cambió. Procedió a hacer restitución. “La mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” (Lucas 19:8 ).
La mayoría de estos encuentros con Cristo dieron por resultado una transformación instantánea. En Pentecostés fueron tres mil los que nacieron de nuevo ese mismo día. A la mañana estaban perdidos, confusos y eran pecadores. Antes de que el día terminara, habían nacido al Reino de Dios.(Hechos 2:41).
Un joven llamado Saulo iba camino de Damasco en persecución de los cristianos, cuando tuvo un encuentro con Cristo bajo el ardiente sol de Siria. No habría de ser jamás el mismo. Una y otra vez se refirió después a aquel encuentro. Podía mirar al pasado y hablar de él años más tarde, recordando el día y el instante mismo en que se encontró con Cristo (Hechos 9).
El carcelero de Filipos tuvo una experiencia similar. Estando presa del miedo, exclamó: “¿qué debo hacer para ser salvo?” Y el apóstol le dijo: “Cree en el señor Jesucristo y serás salvo”. Muchos psiquiatras modernos dirían que no estaba emocionalmente en condiciones de adoptar una decisión permanente. Pablo no lo vio de esa manera y bautizó al carcelero esa misma noche. Y éste entonces lavó sus heridas como señal de la nueva vida que había recibido de Dios (Hechos 16).
Toda persona que esté dispuesta a confiar en Jesucristo como su salvador personal, puede recibir ahora el nuevo nacimiento. No es algo que se haya de recibir en el momento de morir, o menos después de la muerte; se ha de recibir ahora. “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2) Dios ofrece vida eterna a todo el que quiera recibirla.
El hombre del siglo 21 hace la misma pregunta que siempre ha hecho el hombre. Es antigua, pero siempre nueva. Es tan pertinente hoy como en el pasado.
¿Qué es precisamente lo que uno tiene que hacer para reconciliarse con Dios? ¿Qué quiere decir la Biblia cuando emplea palabras tales como conversión, arrepentimiento y fe? Estas son todas palabras de salvación, pero muy poco entendidas.
Jesús lo hizo todo muy simple y nosotros lo hemos complicado. El hablaba a las gentes con sentencias breves y palabras de uso común, ilustrando sus mensajes con historias inolvidables. Presentaba el mensaje de Dios con tal sencillez que muchos no podían entender lo que decía. “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” (Hechos 16:30-31) , esto es tan sencillo que millones tropiezan en ello. La sola y única decisión mediante la cual puedes convertirte es que decidas creer en el Señor Jesucristo como tu Señor y Salvador personal.
Muy importante: No tienes primero que enderezar tu vida. No tienes primero que enderezar las cosas en tu hogar. No tienes primero que enderezar las cosas en tu negocio. No tienes que tratar de abandonar primero algún hábito que te mantiene apartado de Dios. Todo eso lo has intentado y has fracasado muchas veces. Hay un hermoso himno titulado “Tal como soy”, y tú debes acudir a Cristo tal como eres. El ciego acudió como estaba. El leproso acudió como estaba. María Magdalena, con siete demonios, acudió como estaba. Tú puedes acudir a Cristo tal como eres.
Podría mencionar innumerables casos de hombres y mujeres que han tenido un encuentro con Jesucristo y se han convertido en nuevas criaturas. Toda su vida se ha transformado. Han entrado en una nueva dimensión de vida. Han nacido desde lo alto. Les ha sido impartida la naturaleza de Dios. Mientras antes estaban llenos de codicia, ambición y egoísmo, ahora tratan de glorificar a Dios ayudando a sus semejantes.
Sí, el hombre puede reconquistar el paraíso. Lo perdió en el jardín del Edén, pero puede volver a hallarlo por Jesucristo. Si hubiera suficientes hombres y mujeres en posición de esta vida nueva, ¡ Ella podría cambiar el mundo en que vivimos !
Esta es la única esperanza, el único remedio. No hay otro. El hombre debe experimentar una renovación interior completa.
“El que nace una vez morirá dos veces, pero el que nace dos veces…morirá una sola vez”

Nacer dos veces está claro: Una vez cuando celebras tu cumpleaños y otra vez cuando aceptas a Jesucristo como Señor y Salvador de tu vida.
Morir dos veces también: Una cuando expiramos, nos meten en un cajón y nos llevan con la punta de los zapatos apuntando al cielo y la otra es la muerte segunda que Dios nos previene en el libro de Apocalipsis 2:11, 20:6, 20:14, 21:8 (condenación eterna).
Recuerda siempre que Dios te ama, y no quiere que nadie se pierda, es por eso que te previene:
“El que nace una vez morirá dos veces, pero el que nace dos veces…morirá una sola vez”


sábado, 6 de diciembre de 2008

“El que nace una vez morirá dos veces, pero el que nace dos veces…morirá una sola vez”.(1ª parte)


Es indudable que si la humanidad ha de salvarse, habrá que hacer pronto algo radical. El hombre sin temor de Dios, está al borde del infierno.
Recién comienza la exigencia de la legalización de matrimonios “homos” (en Chile), cuando en Europa ya se levantan voces de legalización de matrimonios zoofílicos (ser humano y animal), matrimonios pedastras (padre e hija o madre e hijo), matrimonios incestuosos (entre hermanos), usando el mismo argumento: Libertad de libre elección, libertad de los derechos humanos, libre opción, no discriminación, etc.,etc.
Las fuerzas que están hallando concreción en nuestro mundo son tan abrumadoras, que por doquiera el hombre sincero está empezando a clamar desesperado: “¿Qué debo hacer para salvar mi alma?”
En nuestro mundo todo parece mejorar, menos el hombre. En su naturaleza moral esencial, que gobierna sus relaciones con sus semejantes, roba, asesina, miente, engaña y arrebata. Desde el comienzo del tiempo ha permanecido sin cambio. Las noticias periodísticas de cada día y la televisión, nos muestran asesinatos, raptos, brutalidades, estafas, robos y engaños aún de gente que un tiempo antes eran confiables. Esto demuestra que en algún lugar hemos fallado. Bien decía un viejo psicólogo: “Todos los viejos pecados primitivos no están muertos, sino agazapados en los rincones oscuros de nuestros corazones modernos…permanecen allí todavía, y tan horribles como siempre”. (Carl Jung).
El hombre se está viendo obligado a aceptar la realidad del pecado y la necesidad de un nuevo nacimiento. El común denominador de los ancianos, cuando te sientas a conversar con ellos, es que ellos mismos creían y estaban seguros que colaboraban para formar una generación perspicaz y vehemente, para enderezar este mundo desordenado…y capaz de hacerlo… “tanto lo deseábamos, tan tenazmente lo intentábamos, y miren lo que hemos hecho. Del desorden sacamos un desorden mayor. Lo que hace falta es una nueva especie de hombres”.
El nombrado filósofo danés Kierkegaard escribió un libro titulado “La enfermedad mortal”, en el cual escribe: “El hombre ha nacido y vive en pecado. No puede hacer nada por si mismo, sino perjudicarse”.
Estamos empezando a reconocer, tras largos siglos de fútiles esfuerzos religiosos, culturales, morales y educativos, la incapacidad del hombre para cambiar su corazón. El hombre ha trabajado sin resultado para lograr sus metas morales y transformarse por el mejoramiento de su ambiente. Ahora estamos desilusionados y sabemos que, de alguna manera, el cambio debe venir del interior.
Los intentos del hombre por ayudar a los seres humanos a transformarse son diversos, a través de ciencias de la conducta como antropología, la psicología y la sociología, a fin de descubrir las leyes del comportamiento humano. La dificultad de estos experimentos es que no tienen en cuenta el hecho del pecado humano. Según las nuevas ciencias, el pecado es en gran parte “imaginario”. El hombre es producto de su medio ambiente. Es el feliz o desgraciado resultado de una combinación de cromosomas. Según este sentimentalismo seudo científico, un delincuente juvenil es sólo un sub privilegiado y un ladrón es simplemente un inadaptado. En esta filosofía abandonamos la idea del pecado y la responsabilidad personal y culpamos a todo menos ofensor. Por lo tanto, no tenemos nada que remediar, sino el medio ambiente del hombre, su mala vivencia, los tugurios, la pobreza, la desocupación y la discriminación racial, mientras que al primer responsable, el individuo, no se toca para nada ni se transforma. El hombre mismo y su conducta, según esta nueva ciencia, son considerados como el resultado necesario e inevitable de la selección natural.
Luego, está el intento del hombre para transformarse mediante la química. Los hombres de ciencia están empeñados actualmente en el control de la conducta mediante agentes farmacológicos. Estamos al borde de un vasto desarrollo de drogas para el control de la conducta del hombre. Al principio eran empleadas solamente en las enfermedades mentales, luego en muchas más enfermedades, siempre apuntando la posibilidad de que los dictadores del mundo puedan usarlas para dominar a sectores enteros de la sociedad. Son las drogas “que modelan la mente del hombre”, porque “los científicos están descubriendo como manipular las emociones, los pensamientos y la conducta mediante nuevos inventos”. Estas drogas “cambian las mentes, alteran las sensaciones, las percepciones, los estados de ánimo, los deseos, las maneras de pensar y actuar”. Pero estas drogas, a lo sumo proporcionarán sólo cambios transitorios, ya sea para mejorar o para empeorar, según la naturaleza del que las administre, con probable daño permanente para el cerebro.
Ahora bien: La exigencia de Jesucristo es: “Os es necesario nacer otra vez” (Juan 3:7). El nunca habría lanzado semejante desafío si no fuera una posibilidad. Sí, el hombre puede ser transformado, radical y permanentemente, desde adentro hacia fuera. Existe la posibilidad de llegar a ser un hombre o mujer completamente nuevos.
Es interesante que Jesús le hiciera esta declaración a Nicodemo, un recto y devoto dirigente religioso, que debió escucharla con asombro. Si se lo hubiera dicho a Zaqueo, que por medio de engaños y robos se había encaramado en el primer puesto de su mundo comercial, o a la mujer del pozo, que había tenido varios maridos, o al ladrón crucificado, o a la mujer hallada en adulterio, habría sido más fácil entenderlo. Sabemos que esas personas necesitaban una transformación. Pero Jesús se lo dijo a uno de los grandes dirigentes religiosos de su tiempo. Nicodemo ayunaba dos días por semana, pasaba diariamente dos horas orando en el templo, daba el diezmo de todos sus ingresos, enseñaba teología en el seminario. La mayoría de las iglesias se habrían alegrado de contarlo entre sus miembros; pero Jesús le dijo: “Eso no basta. Tienes que nacer otra vez”. Esto implica a lo menos dos cosas: Que todos necesitamos un nuevo nacimiento y también, que todos pueden lograrlo.
¿Qué queremos decir con eso de que uno debe nacer de nuevo, o nacer otra vez?
Para empezar, significa algo tremendamente radical. Lo que somos por naturaleza lo somos debido a lo que éramos al nacer. Al nacer, nuestro sexo está establecido, la misma armazón de nuestro cuerpo está ya determinada. No hay duda de que nuestro temperamento, nuestras capacidades, nuestros hábitos, nuestras inclinaciones, nos son dados todos al nacer, al menos fundamentalmente; de hecho, nuestra misma apariencia. Nacer de nuevo implica al menos un comienzo absolutamente nuevo, no una reforma de la vida, no el volver una nueva hoja, no la adición de algún atributo o aspecto o capacidad, sino algo tan radical que por ello vamos a ser algo totalmente diferente de lo que hemos sido. Desde luego, cualquiera sabe que no podemos nacer la segunda vez físicamente. Por lo tanto aquí se hace referencia a un nacimiento espiritual, un renacimiento no del cuerpo, sino del alma, la mente y el carácter. Además, debemos notar…que este milagro es absoluta y universalmente necesario, si uno ha de ser miembro del reino de Dios. Nadie está exceptuado y nadie puede reemplazar esta tremenda realidad por alguna otra cosa.
Para su vergüenza, y en detrimento de la sociedad, la Iglesia moderna en general, ha abandonado en gran parte este mensaje del nuevo nacimiento. Predica el cambio social, el desarme mundial, el mejoramiento de la legislación, la “prosperidad social y económica”, las “guerras y luchas espirituales”, las “conquistas y toma de posesión de territorios”, etc.; pero no insiste en lo único que puede resolver los problemas de nuestro mundo: La transformación de los hombres. El problema fundamental del hombre es espiritual, no social. El hombre necesita un cambio interior completo.
La Biblia se refiere muchas veces a este nuevo nacimiento que hablaba Jesús. El profeta Ezequiel dijo: “Os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros”(Ezequiel 36:26). En el libro de los Hechos, Pedro lo llama arrepentimiento y conversión. Pablo habla de él en Romanos diciendo “como vivos de entre los muertos” (Romanos 6:13) y en Colosenses lo llama “despojarse del viejo hombre con sus hechos y revestirse del nuevo el cual conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:9, 10). Tito, lo llama “el lavamiento de la regeneración” y también “la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5). Pedro decía que era llegar a ser “partícipes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4). Para Juan era haber “pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Así, pues, la Biblia enseña que el hombre puede experimentar un cambio radical, moral y espiritual y ello por obra de Dios mismo. La Biblia enseña que el hombre sin Cristo, está muerto en delitos y pecados y su gran necesidad es la vida. Pero no tiene dentro de sí la semilla de la nueva vida; ésta debe venir de Dios mismo.
Para terminar, déjame ilustrarlo más fácil: Un día una oruga trepa a un árbol, donde la naturaleza la reviste de un vestido de fibras. Allí duerme y pocas semanas después emerge una hermosa mariposa. Así mismo el hombre, angustiado, desalentado, infeliz, acosado por la conciencia, arrastrado por la pasión, dominado por el egoísmo, beligerante, pendenciero, confuso, deprimido, miserable, adicto al alcohol y a los barbitúricos, que busca como escapar…Puede acudir a Cristo por fe y emerger como un hombre nuevo. Parece mentira, y hasta parece imposible y sin embargo, es precisamente lo que Jesús enseña en la Biblia.
Recuérdalo, hay que nacer dos veces para morir una sola vez. ¿Y qué es eso de morir dos veces?...veámoslo en la segunda parte de esta nota. Dios te bendiga.

domingo, 9 de noviembre de 2008

AUTODISCIPLINARSE

Estoy de acuerdo con mis contemporáneos que muy disgustados expresan que a la juventud actual le falta disciplina, pero nosotros, los de mayor edad, ¿les dimos ejemplo de autodisciplina? ó ¿les enseñamos a auto disciplinarse?
Primero que nada, la persona común piensa que lo mejor es “evitar” los problemas, y esto es falso, porque al no enfrentar una dificultad, sólo se esta pensando en el momento presente, pero no se toman en cuenta las consecuencias, y a la larga, los conflictos resultan mayores.
Veamos un ejemplo: Se sabe que a las personas obesas les cuesta mucho bajar de peso, porque su cuerpo tiende a mantenerse con determinados kilogramos.
Muchos eligen “el camino más fácil”, y siguen degustando y disfrutando de la comida, mientras dura la ingesta, bajo el pretexto personal diciendo: “De algo hay que morirse” o “La pinta es lo de menos”.
Pero, ¿se van a sentir igualmente felices si continúan engordando?, ¿Van a estar contentos cuando quieran ir a la playa o a la piscina y no se atrevan a lucir un traje de baño? Bueno, es un ejemplo sencillo. Alguien puede decir: “No es mi caso”.
De acuerdo. Analicemos otro ejemplo: Un estudiante que no prepara un examen a tiempo, probablemente dedicará sus horas libres a escuchar música o jugar. Pero, ¿qué ocurrirá más tarde, cuando deba dar su prueba? Es casi seguro que fracasará, puesto que desconoce la materia.
Déjeme decirle algo que le servirá para toda su vida:”No hay caminos fáciles”.
Además, cuando no tenemos disciplina, nos gusta exagerar las molestias que producen las dificultades.
Supongamos que un joven quiere pololear con una niña y no se atreve a decírselo. “Imagina” que experimentará un gran dolor si ella le dice que NO.
Con ésta expectativa, ni siquiera va a intentar una aproximación. Y el daño que se hace a si mismo, evitando la dificultad, será peor que enfrentarla. ¿Porqué?, porque es cierto que puede fracasar. Pero aún así, algo aprenderá de lo sucedido. Y esa “experiencia” podrá servirle para un segundo intento, quizás con otra persona.
Y por último, aunque siga recibiendo rechazo tras rechazo, de acuerdo con el cálculo de probabilidades, con alguien triunfará. (“A nadie le falta Dios”). Pero si se considera vencido antes de intentar nada, se condena a vivir sin pareja. Formará el Club de los que dicen: “no he ganado, pero tampoco he arriesgado”.
Si la persona establece cuales son sus metas, la única forma de alcanzarlas es actuando: Por ejemplo, si no quieres caries ó enfermedades en las encías, deberás lavarte los dientes después de cada comida.
Para lograr la autodisciplina, es indudable que deberá enfrentar dificultades y tentaciones. Estas son mayores al comienza y por lo tanto hay que disponer de una “energía extra” para superar la inercia. Sin embargo, cuando uno ya se ha acostumbrado a cepillarse los dientes después de cada comida por ejemplo, ya no es tan difícil y hasta puede resultar agradable hacerlo.
Lo mismo rige para quién desee subir su rendimiento escolar o laboral, o bajar de peso, o lograr cualquiera otra meta. NO HAY OTRO CAMINO PARA AUTO DICIPLINARSE , QUE LA DISCIPLINA
Lo cierto es que “podemos” alcanzar muchas metas, por lo tanto, de aquí en adelante, en lugar de decir: “mejor sigo tal como estoy”, repítase convencidamente: “Soy un ser humano. Puedo auto disciplinarme, aunque me resulte difícil”.
¿Quieres empezar de inmediato? Veamos:
Lo primero es determinar qué objetivo o meta quieres lograr. (mejorar tu rendimiento en los estudios, bajar de peso, dejar alguna adicción, salir de un mal hábito, aumentar tus amigos, mejorar tu autoestima, mejorar tu rendimiento laboral, reconquistar el amor de la esposa(o), etc.,etc.)
Lo segundo es ver y analizar cuantas excusas te das, para no realizar la tarea. (no puedo hacerlo, estoy vencido, no va a resultar, estoy demasiado cansado, es más fácil no hacer nada, así nací, es mi vida, será mi suerte, etc., etc.)
Lo tercero es proponerse un “proyecto simple”. Esto tiene por objeto comprobar cuantos argumentos falsos surgen “antes” de realizar un trabajo. Cuando los tengas identificados, los analizas y buscas la manera de derrotarlos. (habitualmente, se derrotan con una acción concreta).
Lo cuarto es estimularte por el resultado de tu esfuerzo. (a las personas que harás feliz cuando lo logres, las felicitaciones que recibirás de tus amigos y seres queridos, el dinero que ahorraras al no ser malgastado, etc. , etc.).
Y por último, manos a la obra, a demostrarte a ti mismo que efectivamente “puedes hacerlo”.
Cada persona, según sus intereses, se propondrá distintas tarea. Eso que parece “tan difícil”, puede simplificarse si se elabora un programa graduado, con pequeñas “sub- metas”.
Esta forma graduada de realizar la labor, facilita mucho el proceso. Y es válida para cualquier tarea que uno se proponga. Porque si se pretende hacer “todo de una vez”, la meta parece imposible de alcanzar.
En la mayoría de los casos, las personas pasan por períodos depresivos, al considerarse “incapaces” de controlar sus “indisciplinas”, pero ahora tienes la posibilidad de empezar una tarea y por lo general, pronto se comprueba que no era tan difícil ni tan larga como uno había imaginado. Dios te bendiga.

domingo, 28 de septiembre de 2008

UN DÍA CASI OLVIDADO…

UN DÍA CASI OLVIDADO…


Hoy 26 de Septiembre, día de la Biblia, pero que con tanto ajetreo político y los afanes de fiestas Patrias, se ha convertido en un día casi olvidado.
Recuerdo que antes se celebraba el mes de la Biblia, luego la semana de la Biblia, ahora, hasta un día parece ser demasiado.




El día de la Biblia es una celebración que se hace en varios países, los cuales no coinciden necesariamente en una misma fecha, aparte de ser realizada por diferentes grupos religiosos que se relacionan con la Biblia en alguna manera, entre ellos: evangélicos, católicos romanos y ortodoxos.En Chile aún no hay un día institucionalizado, aunque la Sociedad Bíblica, al igual que en otros países, ha sido la responsable de impulsar la campaña de la celebración del mes de la Biblia, el cual es el mes de septiembre.(+) Seguir leyendo...¿Por qué Septiembre es el mes de la Biblia?Debido a que la Sociedad Bíblica mantiene lazos tanto con la iglesia evangélica como con el Vaticano, ésta ha constituido el mes de Septiembre como mes de la Biblia por dos razones:1) Para los católicos: Porque el 30 de septiembre es el día de San Jerónimo, el hombre que dedicó su vida al estudio y a la traducción de la Biblia al latín.2) Para los evangélicos: Porque el 26 de septiembre de 1569 se terminó de imprimir la primera Biblia traducida al español por Casiodoro de Reina llamada “Biblia del Oso”. Se llamaba así porque la tapa de esta Biblia tenía un oso comiendo miel desde un panal. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera, dio origen a la famosa versión “Reina Valera”.El día de la Biblia es una celebración que se hace en varios países, los cuales no coinciden necesariamente en una misma fecha, aparte de ser realizada por diferentes grupos religiosos que se relacionan con la Biblia en alguna manera, entre ellos: evangélicos, católicos romanos y ortodoxos.En Chile aún no hay un día institucionalizado, aunque la Sociedad Bíblica, al igual que en otros países, ha sido la responsable de impulsar la campaña de la celebración del mes de la Biblia, el cual es el mes de septiembre.(+) Seguir leyendo...
Hace un año, el 30 de Septiembre del 2008, escribí una nota del día de la Biblia., y dije que es una maravilla. Sigo sosteniendo que debe serlo, si procede de Dios. Si David lo encontraba tal teniendo sólo una pequeña porción del mismo, ¿Cuánto más debe serlo para nosotros?...Su nombre corresponde a su categoría: Se llama “El libro”, “La Biblia”.
La Biblia es imparcial, pues cuenta las caídas y flaquezas de sus héroes y santos, sin disculparlos ni atenuarlos..
Si un comité de teólogos, sacerdotes ó pastores se hubiese reunido para escribir la Biblia, no sabríamos nada de las mentiras de Abraham, ni del adulterio de David., ni de las discusiones de Pablo con Bernabé y con Pedro. Tampoco sabríamos , ni de los pecados y envidias de los corintios. “No conviene publicarlos” habrían dicho, pero la sabiduría superior del Espíritu Santo sabía que estas porciones eran necesarias para alentar a sus servidores del futuro.


Lo más curioso es que no escoge a una persona humilde para avergonzarla, pues todavía no conocemos el nombre del ladrón de la cruz ( aún cuando la Iglesia católica le ha dado el nombre de Dimas) No lo dice el evangelio . Tampoco sabemos el nombre de la pecadora adúltera, aunque dicho nombre la iglesia tradicional se lo otorga a María Magdalena. En cambio, la Palabra inspirada hace bajar al rey David de su trono para que oigamos decir: “¡ Ten piedad de mí, Oh Dios!” .
Esta imparcialidad revela su origen sobre humano. No se encuentra en los libros sagrados de otras religiones, dónde todos ensalzan a sus santos y a sus héroes.
La Biblia además, encanta por la maravilla de sus profecías. El hombre ha sentido siempre la necesidad de conocer el porvenir, pero inútilmente. Es evidente que si algún adivino o brujo pudiera saber las fluctuaciones de la bolsa, o el número del gordo de la lotería, no tendría necesidad de atender a clientes. ¡Cuánto más difícil es adivinar el futuro de las naciones y del mundo!
En Isaías 41:21, el único Omnisciente desafía a los ídolos o falsos dioses a que prueben su realidad por sus profecías. Nadie jamás ha podido hacerlo, pero la Biblia sí. Veamos algunas:
1.- La destrucción de Babilonia:(Isaías 13:19). Una ciudad tan grande y regada por el Eufrates, por más que llegara un día a perder su importancia política, no había razón para que quedara desolada, deshabitada y morada por fieras, si no fuera como lo ha sido, para que sirviera de ejemplo de cómo Dios cumple sobre los pueblos su soberana voluntad.

2.- Lo mismo puede decirse de Nínive (Nahún 3:7), ciudad grande y próspera de su tiempo.

3.- El nacimiento, vida y muerte de Cristo: Treinta pasajes del Antiguo Testamento se refieren a Cristo, los cuáles se cumplieron el día de su muerte. Es evidente que Jesús no podía elegir exactamente el lugar de su nacimiento, ni hacer obrar a los soldados romanos a su antojo para hacer cumplir las profecías, si era solamente hombre como algunos creen. Pienso y creo que algo de Divino había en todo esto.

4.- La destrucción de Jerusalén y la dispersión de los judíos(Zacarías 12:10).- De acuerdo con Isaías 53:6-11, el esparcimiento de los judíos está anunciado en centenares de textos, y concretamente en Ezequiel : 11:17 y en Isaías 66:20, y se está cumpliendo.

Por último, quiero decir que la Biblia anticipó a los hombres dándoles vestigios de lo que después serían grandes descubrimientos., en el orden natural. Aclarando que la Biblia no es un libro científico, si podemos admirarnos de sus declaraciones, muchos miles de años antes, de que los hombres llegaran a descubrirlos:

Que la tierra es esférica y redonda, ya lo anuncia Dios a través de Isaías 40:22, casi 600 años antes de Cristo.

Que la tierra está suspendida sobre el vacío, teoría de Newton, y aún discutida, ya lo anunció Dios en Job:26:7, hace más de cuatro mil años.



Que su corteza reposa sobre una especie de fuego interior, ya lo dijo Dios hace más de 4.000 años en Job:28:5.


Que la tierra estuvo cubierta de aguas, pero salió de ellas, lo dice génesis 1:9 hace casi 4000 años.-

Que el agua de los ríos procede del mar, está aclarado en Eclesiastés 1:7.-


Que las plantas fueron creadas antes de los animales, y éstos antes que el hombre, está claro en Génesis 1:11.-

Estos y otros conceptos científicos eran, por lo general, contrarios al modo de pensar y opinar de los hombres de los tiempos antiguos en que el libro fue escrito, pero están de acuerdo con la ciencia moderna.
En el orden histórico, hay más maravillas:
1. Que la torre de Babel,
2. La destrucción de Sodoma y Gomorra,
3. Que José fue un héroe imaginario y
4. que no hubieran existido naciones poderosas y depravadas en Canaán, sobre todo la llamada hitita. Poco trabajo hubiera costado hacer que la leyenda entrara a formar parte de este libro antiquísimo, sino hubiese sido inspirado por Dios, y así lo pretenden muchos críticos. Hasta que el pico y la pala del arqueólogo, y la ciencia del filósofo, refutaron a los refutadores bíblicos.
Por eso podemos asegurar que la Biblia es verdad, como dicen los salmos; y sobre todo, por lo que dice Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan: 14:6); afirmación corroborada por los hechos , cuando es rubricada por la declaración solemne: “Los cielos y la tierra pasarán, más mis palabras no pasarán” (Mateo 24

lunes, 15 de septiembre de 2008

apoyo

Pastor…desarrolle una red de apoyo



Encontré un excelente folleto titulado “Nadie es perfecto”, sobre el tema de cómo enfrentar el cansancio. En este folleto se nombran nueve maneras de hacer frente al problema del estrés:
1º. Aprenda a planificar.
2º. Acepte sus limitaciones.
3º. Diviértase (Esto puede ser difícil para el pastor que piensa que toda diversión es pecaminosa. Encuentre algo que lo divierta, pero que a la vez no se oponga a sus principios morales).
4º. Sea positivo con respecto a la gente, sean cristianos o no, sea positivo con respecto a la vida.
5º. Practique la tolerancia y el perdón. Recuerde que cuando usted mira a la humanidad diferente a como la mira Jesucristo, su cristianismo terminó.
6º. No compita cuando no es necesario.
7º. Haga ejercicio regularmente, camine tres kilómetros, ande en bicicleta unos diez kilómetros, fricciones, aeróbicas, o por último, baile con su señora.
8º. Aprenda a tomar tiempo para Usted mismo.
9º. Este punto es el más difícil, pero exponga sus problemas a quienes lo comprenden.

Es con respecto a este último punto, el más difícil, quisiera compartir con Ustedes que es necesario formar una red de apoyo. Generalmente los pastores se sienten suficientes, y son reacios a compartir sus necesidades y problemas con otras personas.
¿Sabía Usted que cada pastor necesita un pastor?. Para reponer su desgastamiento, necesita gente, pero no gente que lo consuma emocional y físicamente. Necesita un pastor. ¿Quién puede ser esa persona? ¿Quién puede pastorear a un pastor?...pues, la red de apoyo:
1º. Amigos íntimos: En el curso de la vida, una persona llega a tener sólo unos pocos verdaderos amigos íntimos. Que triste la vida de aquel que no tiene amigos de confianza. Escuché a un pastor que decía que su única amiga era su esposa. Parece bonito, y así debe ser, pero triste que con toda su vida, no tenga amigos verdaderos.
Cuando tenemos amigos verdaderos, estas son las personas que dan apoyo inmediato. No juzgan. No desaprueban. Son buenos escuchadores. Son amorosos y positivos. Son confiables. Estas son las personas con las que un ministro debe sentir la confianza de acudir cuando necesita apoyo para sus propias necesidades.
2º. La familia: Para toda persona en el ministerio, su cónyuge puede llegar a ser el mejor amigo. Los hijos pueden llegar a ser las personas de apoyo en tiempo de necesidad. El pastor necesita una familia que le dé su apoyo. Si su familia drena todas sus energías, difícilmente buscará el apoyo de ellos cuando se sienta hundido, pero la familia puede ser un recurso valioso de sostén.
3º. Mentores: Los mentores son las personas que, por la confianza que nos inspiran, están en capacidad de enseñarnos. Respetamos su opinión y siempre las buscamos en tiempos de conflictos. Puede ser que no los busquemos con frecuencia, pero cuando lo hacemos obtenemos mucha fortaleza y/o información que necesitamos.
4º. Apoyo profesional: El ministro requiere de un médico que le inspire confianza. Un médico que ha la vez sea su amigo, puede, literalmente, salvar la vida del ministro. En ocasiones, el ministro escuchará mejor a estos profesionales, que a los miembros de su iglesia, incluida su esposa.
5º, Grupos de apoyo: Muchos pastores están hallando grupos de apoyo que benefician su propia red de sostén. Estos grupos están constituidos por diferentes personas congéniales que se reúnen y comparten lo que ocurre en sus vidas.
El pastor debe encontrar nuevas formas de realizar las tareas antiguas y rutinarias, en una manera en que se pueda evitar el agotamiento. Debe ser creativo, pero al mismo tiempo mantenerse fiel a su llamado y enseñanzas. Debe explorar diferentes maneras para escapar de la excesiva ansiedad a través de la diversión moralmente aceptable.
No debe engañarse pensando que el cambiar de Iglesia, evitará el agotamiento. Debe buscar la gratificación espiritual en la iglesia que actualmente pastorea, sin pensar que la gente en otras partes son diferentes. Por último, admire el poderoso crear de Dios en los comentarios de un niño, así como en la actitud de un diácono poco simpático. Debe buscar las maneras de hacer las cosas de una manera fresca y renovada, sin que esto signifique tener que hacerlas en una manera totalmente diferente

sábado, 30 de agosto de 2008

ESTRATEGIAS DELIBERADAS PARA ENFRENTAR EL AGOTAMIENTO.

ESTRATEGIAS DELIBERADAS PARA ENFRENTAR EL AGOTAMIENTO.

No basta que nuestro síndrome de agotamiento desaparezca. Tenemos que tomar medidas activas y deliberadas para lograrlo.
En el retiro de pastores último, se comentó acerca del síndrome de Berthaut, definiéndolo el psicólogo como un cansancio laboral, al que llegan también muchos pastores. Esta antesala al “stress”, producirá no sólo cansancio, sino bajo rendimiento ministerial, enfermedades físicas, ahnedonias y desánimos. El psicólogo afirmaba además, que las personas que laboraban liderando frente a un buen número de personas, son las más propensas a ser afectadas por éste cuadro clínico.
Indudablemente que si deseamos y ahora estamos más seguros que Dios enviará un avivamiento a nuestra ciudad, es necesario entonces que estemos al máximo de nuestro vigor y entusiasmo para cuando esto suceda.
Los avivamientos se reconocen por el crecimiento de personas que arrepentidas acuden a una casa del Señor y si estamos agotados con veinte, treinta, cincuenta o más, ¿que haremos cuando el Espíritu Santos envíe a nuestros templos una multitud?
Debemos aprender a vivir con las ansiedades que nuestro llamamiento al ministerio involucra. Y lo quiera o no Usted pastor, nuestro trabajo tiene que ver con la gente y mucha. A nuestro Amado Señor le encanta las ganancias de almas, y nuestro ministerio debe aportar una buena cantidad de ellas. He aquí algunas estrategias, para enfrentar el agotamiento, o salir de él, si ya nos alcanzó:
1º.- Dependa de la ayuda Divina: Innegable que es la mejor y esencial intervención. a) Ore más tiempo y de lo más profundo de su corazón. b) Encuentre un lugar privado y haga todo lo necesario (música, tranquilidad, lectura), para lograr la completa conciencia de la presencia de Dios.
Es hermoso leer en voz alta un salmo (recomiendo el salmo 24) y luego concéntrese en sus propias necesidades. Dígalas al Señor en voz alta y confíe en el Señor para que le ayude a enfrentarlas. c) Busque la intervención de Dios y recuerde sus promesas. “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (2 Corintios 5:1).
2º.- Dependa de la “autoayuda”: Debemos estar dispuestos a cambiar algunos estilos de nuestra vida. Recuerde siempre que Dios nos ha equipado con un mecanismo de “auto ayuda”. Ahora bien, ese mecanismo funciona con los siguientes componentes: a) Motivación, es decir, debemos tener el deseo sincero de efectuar un cambio. b) Relajamiento, usando todas las técnicas que Usted conoce, desde ir a pescar, hasta que su ayuda idónea le dé el masaje que Usted necesita. c) Concentración, para establecer muy sinceramente los límites de nuestra meta. Hay que dejar de soñar. Pensamos tanto en lo que no hemos podido alcanzar, que no valorizamos lo que Dios ha logrado a través de nosotros en beneficio de su reino. Hago notar que es concentración, o sea Usted y Dios, no vanagloriarse ni ponerse orgulloso contándole a todo el mundo lo que ha logrado.
3º.-Ayuda de colegas: Muchos, pero muchos, pero muchos, (perdónenme la insistencia), son los colegas que nos pueden ayudar, si se lo permitimos. Si el orgullo no es impedimento, es posible que el ministro “desanimado” reciba ayuda práctica de colegas con los cuales se comunica y asocia. Aquí es indispensable la “Fraternidad de Pastores”.
Hay síntomas que nos pueden ayudar a descubrir el síndrome de agotamiento en nosotros: Por ejemplo, si Usted ha empezado a alejarse de los demás, aún en su conversación, Usted necesita atención. Si Usted ha empezado a ser impersonal en su manera de hablar, eso significa que debe tomar ciertas precauciones. Si solamente expresamos críticas hacia los demás, sintiéndonos perfectos, agraviados, pasados a llevar, ofendidos en nuestra santidad y solamente juzgamos (nos está prohibido), descalificamos (orgullo), y hasta condenamos (Ni yo te condeno… dijo Jesús) .
Una manera de aislarnos en la conversación con los demás, es el cinismo. Es un paso más allá de la crítica. Nos volvemos completamente negativos con nuestra actitud hacia la gente. Con frecuencia nos damos cuenta que revivimos mentalmente conversaciones o actos con nuestros colegas, deseando decir más de lo que dijimos, “para ponerlos en su lugar”. El cinismo es un síntoma peligroso de agotamiento y debemos tratar de examinarnos periódicamente para prevenirlo. Confírmelo con las personas con las que tiene una relación de confianza, pero asegúrese que ellos no estén enfermos también.
4º.- Ayuda profesional: Si nuestras estrategias para enfrentar el agotamiento no han dado resultados, entonces obviamente necesitamos ayuda de un profesional. Un buen examen físico debe ser el primer paso en la intervención médica. Haga una lista cuidadosa de los síntomas. Muchas veces la ayuda requerida puede sólo consistir en obedecer las recomendaciones del médico.
Si el problema es más serio, entonces no debemos dejar que nuestro orgullo nos impida procurar la ayuda profesional que necesitamos.
Si regularmente pierde el sueño sin razón aparente, es probable que necesite ayuda profesional. Si su estado de ánimo es muy irregular, debe considerar también la necesidad de ayuda. Si su estado de ánimo es depresivo, no dude en buscar ayuda profesional.
Si los síntomas de agotamiento son severos, pida al médico que le recomiende un especialista en consejerías de colapsos nerviosos. Recuerde que hay psicólogos y hasta psiquiatras cristianos.
Amigos, el triunfo sobre el agotamiento, consiste en tener una buena red de apoyo, pero como formar esa red, lo veremos más adelante.

viernes, 15 de agosto de 2008

La Iglesia y su relación con estructuras políticas

La Iglesia y su relación con las estructuras políticas.

¿Cuál debe ser la relación de la iglesia con las estructuras políticas del país o ciudad donde se encuentre? Hay quienes insisten en que siendo corruptos los sistemas políticos, que oprimen a los pueblos en lugar de ponerse a su servicio, la iglesia está obligada a unirse a la revolución política para derrocar esos corrompidos sistemas. Los que así piensan esgrimen su primer argumento en el hecho que los profetas del antiguo testamento denunciaron a los gobernantes perversos y condenaron sus prácticas corruptas. En segundo lugar argumentan y sostienen que los cristianos deben abogar por la justicia social y que la única manera de concretarla es apoyando a los que buscan derrocar el actual sistema. Todo esto está planteando un problema divisionista en muchos círculos protestantes. Los evangélicos se dividen según su tendencia política.
¿Cuál debe ser la posición?
Debemos hacer notar el hecho de que no fue la intención de Cristo hacer que la iglesia, ni en el orden local y menos nacional y mundial, fuera una institución política. Si bien la iglesia como un cuerpo espiritual tiene responsabilidades sociales, también es cierto que jamás se dieron instrucciones a la iglesia para alcanzar sus metas por medios políticos o por revoluciones violentas.
Jesús le dijo a Pilatos, muy simplemente: “Mi reino no es de este mundo”. También Jesús, en su oración intercesora dijo: “No son (los discípulos) del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Cuando en una ocasión se le quiso hacer intervenir en un problema relativo a la justicia social, referido a la división de una herencia, se negó a actuar como arbitro: “Hombres, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez y partidor?. Cuando se le pidió que tomara partido y se expidiera en contra de la imposición de tributos al gobierna romano, lo cual era considerado injusto y antipatriótico por los judíos, Jesús les respondió: “Dad al César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”.
A nadie se le escapa que el imperio Romano, bajo la dictadura de los césares, representaba un triste cuadro de la opresión política y social. La esclavitud dominaba la escena. Y, sin embargo, Pablo y Pedro recomendaban con ahinco la obediencia a los poderes gubernamentales.
El objetivo principal de los cristianos es cambiar a los hombres, no a las estructuras sociales. En el mejor de los casos, el más equitativo de los gobiernos del mundo es un gobierno corrompido y oprime al pueblo, cuando los gobernantes son egoístas y no cristianos. En cambio puede ser beneficioso al aquel gobierno que, a falta de preparación y eficacia, cuenta entre sus miembros con hombres probos. Resulta un sueño utópico creer que las revoluciones puedan garantizar una justicia social en el mundo sin un cambio en el corazón de los hombres.
¿Cuál es nuestra tarea?...nuestra tarea es formar ese núcleo de hombres y mujeres nacidos de nuevo y que pertenecen al reino de Dios, esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo. Basta un poquito de sal genuina, y sazonamos a toda una comunidad, cambiando el clima social. No hay mejor contribución a nuestra comunidad y a nuestras estructuras políticas que predicar el evangelio del perdón de los pecados y transformador de las vidas.
Pero esto no de interpretarse, como que el cristiano deba permanecer abstraído e indiferente a la opresión que pueda existir a su alrededor.
El cristiano tiene que hacer oír su voz del lado de la justicia y utilizar su voto de la mejor manera posible para provocar un cambio.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Responsabilidad social de la Iglesia

Responsabilidad social de la Iglesia

La Iglesia es, primordialmente, una entidad espiritual, una unión de hombres y mujeres que han nacido de nuevo por el Espíritu de Dios, transformándose, de esa manera, en el cuerpo de Cristo, representantes del Reino de Dios. Los objetivos y ministerio de la iglesia son principalmente espirituales. Pero hay que tener en cuenta que la Iglesia está constituida por individuos y familias unidos por una común fe y un idéntico propósito. De ahí que la Iglesia es también una entidad social. Los individuos y las familias se relacionan en el seno de la Iglesia, que de esa manera resulta ser una sociedad cristiana. Y estas relaciones traen aparejadas responsabilidades.
La responsabilidad social de la Iglesia comienza por sus propios miembros. Y esta responsabilidad viene desde los albores mismos de la historia de la iglesia primitiva, cuando los apóstoles se vieron enfrentados con la responsabilidad de cuidar a las viudas de la iglesia. Pablo ordena hacerse cargo de las viudas que no tengan ningún medio de sostén propio. Como lógica consecuencia, la misma regla se aplicaría a los huérfanos.
Se ha dado también instrucciones a los cristianos relativas a los menesterosos. Aquí se refiere sobre todo a los cristianos como individuos, para que compartan sus bienes con los necesitados. La Iglesia tiene que hacer todo lo posible para aliviar los sufrimientos de sus propios miembros.
Las Iglesias deben organizar una proveeduría para ayudar con ropa y comida a los que por alguna razón han quedado en la indigencia. Los dineros no deben ir en beneficio del pastor solamente. Dios dijo: Traigan sus diezmos al “alfolí” y “halla alimento en mi casa”. Nunca pretendió que un hombre pastor fuera beneficiario de todos los ingresos.. Esto ha provocado muchos abusos y por sobre todo, millones de inconversos no quieren ingresar al Reino de Dios por la mala administración del dinero. Hay que tener un fondo de beneficencia al cual contribuyen todos los miembros para ayudar a los que están pasando por un momento de necesidad especial. En Arica, todas las Iglesias locales deberán estudiar sus problemas de finanzas, actuar con transparencia y dar pasos concretos y necesarios para crear un fondo especial para la atención de los necesitados.
Loas pastores no deben hacerse los “necesitados”, por muchas razones, de las cuales nombraré sólo dos, las más importantes: Primero, al hacerse los “necesitados”, están invocando a la estrechés, los apuros y hasta la miseria. Es una falta de fe desconfiar del Proveedor divino que tenemos por Padre. Nunca prosperarán. Conozco a muchos que llevan 30 años siendo lo mismo y segundo, si les va bien en “su pedir cada día”, toda la palabra de Dios, dirigida a ellos, caerá como semilla en terrenos de espinos. Es decir, otros intereses ahogarán la palabra y amarán más su patrimonio que hacer la voluntad de Dios.
El espíritu de generosidad de la Iglesia se extiende también a los no convertidos. Jesús les dijo a sus discípulos: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mat. 5:16). El buen cristiano, que tiene el corazón rebosante del amor de Dios, hará todo lo posible para ayudar a los necesitados. Justamente esa fue la enseñanza práctica de Jesús al relatar la parábola del buen samaritano (Luc. 10:30-37). La ley del amor “amarás al prójimo como a ti mismo” inspira al cristiano a aliviar y ayudar al necesitado.

domingo, 10 de agosto de 2008

salgamos de los calabozos

Salgamos de los calabozos.


Estoy cansado de oír a las personas que lloran y dicen vez tras vez: “Estamos mal, ya no hay solución, ¿qué vamos a hacer?, esta es la suerte del pobre, estamos cag…, la culpa es de los políticos, o del gobierno. Estoy cansado de oír a los que ocultan su imperfección diciendo: “así fui hecho yo”, “así nací”, “así soy”, “soy débil y no puedo evitarlo”, “siempre seré así”.
Bueno, mi vida se dedica integralmente a oír a las personas. Cuando salgo a la calle, raramente habré andado media cuadra sin que alguien me detenga y comience a contarme sus dificultades. Simplemente es así en muchos de nuestra ciudad. Invariablemente, estos muchos echan la culpa de sus dificultades, de sus fracasos, de sus derrotas, siempre a otras personas. Muy a menudo, hasta inventan excusas para sus fracasos, basados en las debilidades que tienen. En conclusión dicen: “Este es mi punto débil. Es mi debilidad”.
¿Se ha preguntado alguna vez porqué tiene que ser ese su punto débil? ¿por qué acepta usted mi amigo la idea de que tiene que ser débil en algún punto? Déjeme decirle que Dios nunca formó la debilidad de nadie. Si la debilidad se ha desarrollado, eso depende de nosotros.
Por ejemplo, un hombre dice que su debilidad son las mujeres. Pero Dios no lo hizo a él con esa debilidad. Su debilidad por las mujeres fue desarrollada y estimulada por él mismo. Otro dice que tiene debilidad por el licor. Sin embargo, él mismo es responsable de que se le haya desarrollado esa debilidad.
Conversando con un convicto, me dijo francamente que él tenía que robar. Esa era la mayor emoción de su vida. Dijo que tenía que hacerlo. Luego trato de excusarse de ese pecado, sencillamente diciendo que él tenía esa debilidad.
Amigo, permítame decirle que Dios nunca colocó tal debilidad en ese hombre ni en nadie. Si se le ha desarrollado la debilidad de robar, se debe a que el hombre la ha desarrollado desde que era jovencito. Tal vez eso, sea el resultado de las malas compañías o la mala educación de sus padres.
¿Qué le pasa a la ciudad de la eterna primavera? ¿Es posible que una ciudad se sienta agotada en su desesperado vivir? ¿Es pecado que se sienta hastiada de todo?¿Qué áreas en la vida de la ciudad pueden verse afectadas por el cansancio y la falta de esperanza? Y ¿Hay solución para todo esto?
El agotamiento de una ciudad no es nuevo. He visto en mis años de vida muchas veces flamear banderas negras en distintos lugares. El agotamiento de Arica tampoco es nuevo, pero quizás ahora se está reconociendo y se está hablando más de él, pero ha existido desde hace mucho tiempo. Darle un nombre a este agotamiento y buscar culpables no resuelve el problema. Por lo tanto dejémonos de tanto analizar, recordar buenos momentos, buscar culpables, revivir el pasado exitoso y pongámonos a trabajar. Este puede ser el primer paso para salir de él.
El agotamiento de una ciudad, a veces es el pecado oculto de sus propios ciudadanos, desde el más pequeño que al bajarse del taxi-bus devuelve el boleto al chofer, sintiéndose generoso de aliarse a una estafa, el propio chofer que hace sabanitas cortas para engañar a su patrón; siguiendo con el empleado medio que paga por una licencia médica y los muy millonarios que han falseado los impuestos, o han hecho su fortuna a través del financiamiento del tráfico de coca, corrompiendo autoridades de toda índole con el soborno y destruyendo a cuanta persona joven o adulto y hasta niños, que caen en la adicción.
¿Sabía Usted que los alcohólicos anónimos tienen un sistema. Tienen una confesión. Cuando uno de ellos habla, las primeras palabras son: “Soy un alcohólico”. A ellos les hace bien confesarlo. Nadie los juzga ni los acusa de sufrir esta enfermedad. Por lo menos quieren sanarse.
Necesitamos un sistema similar para el agotamiento de nuestra ciudad. La humillación que se siente cuando reconocemos que estamos cerca del agotamiento, quizás sea el primer paso para solucionar esta situación.
Los alcohólicos no van a “alcohólicos anónimos” para seguir siendo alcohólicos. Desean mejorar. Algunas de las mismas razones por las que un alcohólico va a una reunión de alcohólicos anónimos podrían ayudar a esta ciudad para sacar su “pecado” del “ropero” e ir a una reunión de “ciudades agotadas anónimas”, si es que existieran.
Quiero decirles a Ustedes que hay un poder, un poder que esta disponible, por medio del cual cualquier hombre o mujer puede vencer sus agotamientos, debilidades e imperfecciones. El punto en que uno tiene que comenzar, es el siguiente: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí; todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5: 17). Y esta autoridad viene del libro más confiable que jamás se haya escrito: Viene del mismo Dios.
Sin duda alguna, este es el pensamiento más grande que se le pueda ocurrir a la mente humana. Es más grande que pensamiento de Descartes; “pienso, luego existo”. Significa que Usted y yo podemos llegar a ser nuevos. Todas estas debilidades que nos han plagado durante años pueden ser destruidas.
“¡Ha!”- exclamarán algunos y se preparan para emitir el recurrente comentario: “Lo que él quiere es que abracemos su religión”. Lo extraño es que abrazar una religión no es la solución. Hablo en serio. El hecho de ser Presbiteriano no lo salvará a usted del pecado. Ni católico, mormón, testigo de Jehová, ni pentecostal.
Las religiones quitan el gozo de pecar, pero el pecado no desaparece, aún está ahí.
Ser indulgente en un pecado que no produce gozo, no es ninguna felicidad. Eso quiere decir que uno tiene suficiente religión para volverse desdichado en su pecado, pero no tiene suficiente religión para dominarlo por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Entonces, ¿dónde está el problema? ¿Es esto todo lo mejor que el Cristianismo puede ofrecer? Algunos teólogos modernos y muchos políticos dicen que esto es lo único. Y entre dientes murmuran: “Dios mío, ten misericordia de nosotros”.
Sabe amigo, Dios no quiere que hagamos hincapié continuamente en nuestros errores, los errores de los demás, nuestra culpa o las culpas de los demás, sino más bien que lo hagamos en su perdón, en su bondad, en su amor, en que Él olvida y que está dispuesto a empezar de nuevo. El puede mejorar nuestra ciudad y restaurar todo lo que desapareció: Los peces volverán y 15 pesqueras no serán capaces de rescatar toda la pesca. Las tierras de los valles renovarán todas sus fuerzas y serán las más productivas de toda América. El cobre, el oro y la plata estarán esperando impacientes beneficiar a esta región, y la cesantía no existirá, porque hasta de Santiago vendrán a buscar trabajo a esta ciudad tan próspera. Las esposas y los hijos ya no verán a su padre cada 15, 20 ó 25 días, pues lo tendrán a su lado para siempre. Las machas volverán a estorbarnos los tobillos cuando nos bañemos en lo que era su balnerio y los clubes de pesca aumentarán. La General motor volverá en cinco años a contratar a los hijos de los que ahora dejó cesantes. La Iglesia tiene que volver a ocupar su lugar, de fidelidad a Cristo, de preocuparse de los afligidos, de ser un sincero y valiente Atalaya y de no contaminarse con la corriente de este mundo. Entonces y sólo entonces, ya no se verán pastorcitos mendigando al estado nacional o comunal, que les regalen bloquetas, equipos amplificadores, terrenos, alfombras, pinturas o que les presten el infocentro, el teatro municipal u otro lugar sin pagar el valor del arriendo correspondiente. Muy por el contrario, las autoridades vendrán a golpear cada puerta de la Iglesia para buscar el consejo de Dios.
Tiene que ocurrir la transacción definitiva de la conversión de esta ciudad de una vez y para siempre.
Supongamos que un niño anda alrededor de su casa continuamente murmurando: “Papá, mamá, tengan misericordia de mí”. Por favor, tengan misericordia de mí”. ¿Sabe Usted una cosa? Esa actitud bloquearía muy efectivamente la relación entre los padres y el hijo.
Exactamente de la misma manera, Dios no quiere que nosotros hagamos continuamente hincapié en nuestro depresivo vivir, sino que lo hagamos en su bondad, amor, perdón y por sobre todo en que Él olvida y restaura. En resumen, no quiere que haga hincapié en mí, sino en Él.
Tiene que producirse la actitud de arrepentimiento. Y tiene que producirse en forma decisiva. La solución viene de parte de Dios, pero el arrepentimiento tiene que sacarnos de la pena y conducirnos al perdón, y este a la vez conducirnos a la comunión con Cristo y la comunión con Cristo al gozo y el gozo de salvación de haber sido aceptado por Cristo para ser nueva criatura. Entonces se cumple que las cosas viejas pasaron, y todas tienen que llegar a ser nuevas. Reconciliémonos con Dios, quitemos el “viejo hombre”, y aunque estemos consientes de nuestras debilidades, estemos más consientes del portentoso poder que nos sustenta. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”(Filipenses 4:13).
Amigos de Arica, en estas palabras no hay derrota. En esta promesa no hay lugar para las debilidades. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Todo, ¿oyó bien? Todo y ¿de dónde viene la fuerza? De Cristo que nos fortalece.
Los cristianos debemos recordar siempre a quien pertenecemos. Repita conmigo: “Yo soy de Él, porque fui creado por Él. “Soy de Él porque fui redimido por Él; “Soy dos veces suyo”: por derecho original y por compra. Soy de Él, y Él me defenderá, me corregirá, y mejorará mi medio entorno. Se deleitará en mí bienestar, porque quiere lo mejor para mí. “Yo soy de mi amado y nadie más tiene ni el derecho ni el poder sobre mí, a menos que esté en conformidad con la voluntad de Él”. “El es mío, y todo lo mío , aunque es poco, es de Él”. “Entrego a Él todos mis temores, mis fallas, mis debilidades, mi condenación y todos mis pecados”. Todo es de Él. Su fortaleza es mi fortaleza; su justicia es mi justicia; su sabiduría es la mía y su santidad y su salvación. Dios Padre es mi Dios, su padre es mi Padre, sus hermanos, son mis hermanos. Y su cielo es mi hogar, pues yo le pertenezco a Él y es mío.
Ciertamente, todos tenemos nuestros calabozos. Todos tenemos nuestras aflicciones. Tenemos calabozos de diversas clases. Algunas veces nos es difícil hallar la gracia de Dios cuando estamos encalabozados. Pero Dios siempre nos dará una gracia, esa gracia que brinda fortaleza. Nada más tenemos que pedírsela. Recuerde siempre esto: “Por caminos de rosas se arrastran los débiles, pero los corazones valientes se atreven a trepar la pendiente”º

viernes, 8 de agosto de 2008

Bienvenidos

Damos la bienvenida a este blog a todos los creyentes que tienen en su corazón el deseo de ver a nuestra ciudad de Arica floreciente y bendecida por Dios, este blog llama a la Iglesia evangélica Ariqueña a unirse como un solo cuerpo para lograr este propósito, que esta en el corazón de Dios, somos una ciudad que fue llamada la ciudad de la Eterna primavera, pero las crisis que hemos tenido que soportar nos han hecho ver a nuestra ciudad como una ciudad donde el frio invierno llegó, recuperemos la fe, la esperanza, en que nuestra ciudad volverá a ser bella, pujante y floreciente, eso lo lograremos colocando a Jesucristo como el Señor de nuestra ciudad.