sábado, 30 de agosto de 2008

ESTRATEGIAS DELIBERADAS PARA ENFRENTAR EL AGOTAMIENTO.

ESTRATEGIAS DELIBERADAS PARA ENFRENTAR EL AGOTAMIENTO.

No basta que nuestro síndrome de agotamiento desaparezca. Tenemos que tomar medidas activas y deliberadas para lograrlo.
En el retiro de pastores último, se comentó acerca del síndrome de Berthaut, definiéndolo el psicólogo como un cansancio laboral, al que llegan también muchos pastores. Esta antesala al “stress”, producirá no sólo cansancio, sino bajo rendimiento ministerial, enfermedades físicas, ahnedonias y desánimos. El psicólogo afirmaba además, que las personas que laboraban liderando frente a un buen número de personas, son las más propensas a ser afectadas por éste cuadro clínico.
Indudablemente que si deseamos y ahora estamos más seguros que Dios enviará un avivamiento a nuestra ciudad, es necesario entonces que estemos al máximo de nuestro vigor y entusiasmo para cuando esto suceda.
Los avivamientos se reconocen por el crecimiento de personas que arrepentidas acuden a una casa del Señor y si estamos agotados con veinte, treinta, cincuenta o más, ¿que haremos cuando el Espíritu Santos envíe a nuestros templos una multitud?
Debemos aprender a vivir con las ansiedades que nuestro llamamiento al ministerio involucra. Y lo quiera o no Usted pastor, nuestro trabajo tiene que ver con la gente y mucha. A nuestro Amado Señor le encanta las ganancias de almas, y nuestro ministerio debe aportar una buena cantidad de ellas. He aquí algunas estrategias, para enfrentar el agotamiento, o salir de él, si ya nos alcanzó:
1º.- Dependa de la ayuda Divina: Innegable que es la mejor y esencial intervención. a) Ore más tiempo y de lo más profundo de su corazón. b) Encuentre un lugar privado y haga todo lo necesario (música, tranquilidad, lectura), para lograr la completa conciencia de la presencia de Dios.
Es hermoso leer en voz alta un salmo (recomiendo el salmo 24) y luego concéntrese en sus propias necesidades. Dígalas al Señor en voz alta y confíe en el Señor para que le ayude a enfrentarlas. c) Busque la intervención de Dios y recuerde sus promesas. “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (2 Corintios 5:1).
2º.- Dependa de la “autoayuda”: Debemos estar dispuestos a cambiar algunos estilos de nuestra vida. Recuerde siempre que Dios nos ha equipado con un mecanismo de “auto ayuda”. Ahora bien, ese mecanismo funciona con los siguientes componentes: a) Motivación, es decir, debemos tener el deseo sincero de efectuar un cambio. b) Relajamiento, usando todas las técnicas que Usted conoce, desde ir a pescar, hasta que su ayuda idónea le dé el masaje que Usted necesita. c) Concentración, para establecer muy sinceramente los límites de nuestra meta. Hay que dejar de soñar. Pensamos tanto en lo que no hemos podido alcanzar, que no valorizamos lo que Dios ha logrado a través de nosotros en beneficio de su reino. Hago notar que es concentración, o sea Usted y Dios, no vanagloriarse ni ponerse orgulloso contándole a todo el mundo lo que ha logrado.
3º.-Ayuda de colegas: Muchos, pero muchos, pero muchos, (perdónenme la insistencia), son los colegas que nos pueden ayudar, si se lo permitimos. Si el orgullo no es impedimento, es posible que el ministro “desanimado” reciba ayuda práctica de colegas con los cuales se comunica y asocia. Aquí es indispensable la “Fraternidad de Pastores”.
Hay síntomas que nos pueden ayudar a descubrir el síndrome de agotamiento en nosotros: Por ejemplo, si Usted ha empezado a alejarse de los demás, aún en su conversación, Usted necesita atención. Si Usted ha empezado a ser impersonal en su manera de hablar, eso significa que debe tomar ciertas precauciones. Si solamente expresamos críticas hacia los demás, sintiéndonos perfectos, agraviados, pasados a llevar, ofendidos en nuestra santidad y solamente juzgamos (nos está prohibido), descalificamos (orgullo), y hasta condenamos (Ni yo te condeno… dijo Jesús) .
Una manera de aislarnos en la conversación con los demás, es el cinismo. Es un paso más allá de la crítica. Nos volvemos completamente negativos con nuestra actitud hacia la gente. Con frecuencia nos damos cuenta que revivimos mentalmente conversaciones o actos con nuestros colegas, deseando decir más de lo que dijimos, “para ponerlos en su lugar”. El cinismo es un síntoma peligroso de agotamiento y debemos tratar de examinarnos periódicamente para prevenirlo. Confírmelo con las personas con las que tiene una relación de confianza, pero asegúrese que ellos no estén enfermos también.
4º.- Ayuda profesional: Si nuestras estrategias para enfrentar el agotamiento no han dado resultados, entonces obviamente necesitamos ayuda de un profesional. Un buen examen físico debe ser el primer paso en la intervención médica. Haga una lista cuidadosa de los síntomas. Muchas veces la ayuda requerida puede sólo consistir en obedecer las recomendaciones del médico.
Si el problema es más serio, entonces no debemos dejar que nuestro orgullo nos impida procurar la ayuda profesional que necesitamos.
Si regularmente pierde el sueño sin razón aparente, es probable que necesite ayuda profesional. Si su estado de ánimo es muy irregular, debe considerar también la necesidad de ayuda. Si su estado de ánimo es depresivo, no dude en buscar ayuda profesional.
Si los síntomas de agotamiento son severos, pida al médico que le recomiende un especialista en consejerías de colapsos nerviosos. Recuerde que hay psicólogos y hasta psiquiatras cristianos.
Amigos, el triunfo sobre el agotamiento, consiste en tener una buena red de apoyo, pero como formar esa red, lo veremos más adelante.

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